EL RUMOR (DESCRIPCIÓN)

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“Hay un rumor profundo, burbujeante, un magma preparándose para volarlo todo en pedazos, se va a producir un cambio, así que súbete al tren…”. Así comienza la letra de El Rumor de Madadkin; es fundamentalmente un grito de esperanza o la necesidad de mantener la esperanza a pesar de la terrible situación política en la que estamos inmersos. Después de una siniestra introducción de un bajo con un violín distorsionado que suena como una bestia que gime, Madadkin introduce su mensaje esperanzador pero desesperado: "Hay un futuro, es lo que haremos… No seas pesimista, no es demasiado tarde”.  La música de fondo bajo el grito de esperanza es inquietante, impulsada por la línea del bajo, punteada por un vago tambor de jazz y un piano solitario; las letras en sí mismas son volátiles, rebotan de un altavoz a otro antes de ser apartadas por el sonido, por la locura del sintetizador moog.

La canción aparece en el tercer álbum pospandémico de Madadkin, El Rumor refleja el estado de ánimo y el espíritu de su filosofía pospandémica. De toda esta locura actual en el mundo, se pueden aprender lecciones positivas que forjarán un futuro mucho mejor: "Tenemos que llegar a la cima, ser líderes… Sitúate al frente, haz que nos vean… Es hora de detenernos, dejar de ser un borrego”.

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PROCESO DE CREACIÓN

El Rumor se compuso como un antídoto frente a la desesperación pandémica. Escrita durante el largo confinamiento, corresponde a la trilogía de álbumes pospandemia de Madadkin y refleja el estado de ánimo y el espíritu de su filosofía pospandémica. De toda esta locura actual en el mundo, se pueden aprender lecciones positivas que forjarán un futuro mucho mejor: “Tenemos que llegar a la cima, ser líderes... Sitúate al frente, haz que nos vean... Es hora de detenernos, dejar de ser un borrego”.

En esencia, es un grito de esperanza, o la necesidad de mantener la esperanza a pesar de la terrible situación política en la que estamos inmersos. Después de una siniestra introducción de un bajo con un violín distorsionado que suena como una bestia que gime, la voz grave de Paul Adkin presenta su mensaje esperanzador pero desesperado como un Nick Cave o Leonard Cohen finamente maduros: "Hay un rumor profundo, burbujeante, un magma preparándose para volarlo todo en pedazos, se va a producir un cambio, así que súbete al tren..."

La música que sirve de fondo al grito lírico de esperanza, es turbadora. Impulsada por la línea del bajo y punteada por una perezosa batería de jazz y un piano solitario, la letra de la canción es en sí misma volátil, rebotando de un altavoz a otro antes de ser apartada por la locura del sintetizador moog, y se desliza hacia la melancólica súplica de los coros, antes de desintegrarse líricamente en la franqueza del discurso hablado, como Madadkin ya hizo también en canciones anteriores como 2020 o UBI.

Después de la locura pandémica ha llegado la guerra en Ucrania y una realidad mucho más siniestra, pero el mensaje de esperanza que El Rumor expresa es todavía, o incluso más, significativo.

"Hay un futuro, es lo que haremos... No te deprimas, no es demasiado tarde".